martes, 21 de septiembre de 2010

Los derivados de la crisis mundial; nuevos totalitarismos; ¿Guerra entre sistemas?


Los derivados de la crisis mundial

Con la crisis de 1930 aparecen en el entorno económico mundial una serie de fenómenos o hechos mayores siempre presentes. En primer lugar, el papel de la bolsa de valores puede jugar como factor desequilibrante de las economías a nivel mundial y nacional.
En segundo lugar, entran en escena los ciclos económicos. En el análisis de la naciente macroeconomía serán temas centrales las ondas largas de Kondratief, los ciclos económicos, la inflación y el desempleo. Con la globalización se acentúa más el problema del desempleo y de la exclusión a nivel mundial.
También se dan ciclos en la teoría del papel del Estado en el juego de la economía. La teoría y los nuevos modelos de planificación concertada o democrática darán un puesto directivo y orientador al Estado dentro del juego del marcado, porque la revolución keynesiana no trata de oponer sino integrar el plan con el mercado. Llegada la década de los setenta, el neoliberalismo se opone radicalmente al keynesianismo y a los Estados de bienestar social; el Estado es el problema.
En tercer lugar, aparece que las recesiones de las economías del Norte sacuden a las débiles economías de los países económicamente emergentes. A mediados del siglo XX comienzan los movimientos centrífugos de colonias que buscan su independencia política. Las teorías de la dependencia se traducen en teorías de la independencia. Aparece así el fenómeno del enfrentamiento Norte-Sur se integra en la oposición Este-Oeste, dando lugar al enfrentamiento de modelos económicos opuestos, es decir, una carrera armamentística a nivel mundial y persecución militar a nivel nacional.

Nuevos totalitarismos

La gran crisis económica, precedida de por la primera guerra mundial, genera la aparición de regímenes estatistas y nacionalistas, fundamentados en la mística de una raza superior. Si aparentemente se trata de “capitalismos de Estado” los tres regímenes se caracterizan por el centralismo político del partido único o autoridad estatal, control, sometimiento y hasta persecución con exterminio de los grupos disidentes, por el expansionismo geográfico, la guerra de conquista y dominación de territorios de otros países. La expansión amenazadora de estos regímenes ultra nacionalistas desembocará en la segunda guerra mundial.
Durante el siglo XX se dan crímenes de guerra, crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad perpetrados por los grandes regímenes y sistemas económicos.  Los neofascismos vuelven a hacer su aparición a finales del siglo, igual que el “integrismo nacional”, así como el terrorismo y el  contra-terrorismo.

¿Guerra entre sistemas?

La primera mitad del siglo XX se cierra con la más destructora guerra mundial, 1940-1945. Se inicia desde finales de 1939 con la declaración de guerra de Inglaterra y Francia contra Alemania y, a partir de 1940, se suman al conflicto todos los países de Europa.
Quienes en el Este y en el Oeste quieren permanecer neutrales se ven implicados en la guerra, incluso porque se ven invadidos por alguna de las potencias. Las estadísticas de pérdida de vidas humanas dicen mucho sobre la crueldad de esta guerra. La mayoría de muertos son civiles indefensos, víctimas de los bombardeos o crímenes de guerra cometidos por uno y otro bando.